jueves, 4 de octubre de 2012

CARTA 14: TRISTE NOCHE DE UN JUEVES

El amor es algo muy difícil de llevar. Cuando te dicen que te dejan porque no se sienten preparados para llevar una relación estable es como si una jarra de agua bien fría te sumergiera desde la cabeza hasta los pies. No sabía qué decir ni qué hacer. Tras meditarlo, me largo de su cuarto, de su piso, de su vida. Aunque nos demos un tiempo para que se aclare lo que quiere de verdad, presiento que nada volverá a ser lo mismo.

El viaje de regreso a casa ha sido muy largo. Agotador. Mil pensamientos en la cabeza, recuerdos y sensaciones. Lo más triste de todo es que al salir de su edificio, justo la puerta de salida no me deja salir. Y la puerta anterior tampoco. Me vi atrapado entre dos puertas que era un de salida y otra de regreso a él. No me lo pensé dos veces, volví a llamar a su piso para que me abriera la puerta de salida.

De camino a la parada escucho la radio. Justo suena "sin miedo a nada". Una canción triste. En la guagua que cojo me encuentro a una de sus mejores amigas de la universidad. Parece que el destino quería que me despidiera de él, de su vida y de su gente. ¿Es un adiós a todo lo que he compartido con él? Es una sensación muy triste.

En la guagua para venir a mi casa ha sido eterno el recorrido. Me sentía solo, abandonado. Era consciente que mi mirada estaba muy perdida en el horizonte. Mis recuerdos habían invadido mi mente y mi pensar. Sabía que nada sería lo mismo ya. Su último abrazo fue amargo. Le queriendo muchísimo, me encanta como es, todo él es un conjunto perfecto para mi.

Me duele mucho pensar que no lo volveré a besar, a abrazar, a dormir con él, a cuidarlo y a quererlo más. Se me va una parte de mi vida, pero una nueva tiene que sustituir a la anterior. Volver a comenzar de cero es difícil. Que noche. Es muy triste. Lo peor de todo es que tu madre se despierte para ir al baño y le tengas que decir que duermes aquí en casa y empieces a llorar desconsoladamente. Entonces le cuentas todo lo sucedido. Como una madre sabe cuidar de sus hijos. Como la quiero mucho a mi madre. Gracias a la tila que me preparó, podré dormir tranquilo. Pero sé que esta pesadilla es una realidad. Así que tendré que conllevar con ello durante el resto de mi vida hasta superarlo.

"La esperanza es lo último que se pierde, 
a no ser que hayas perdido lo que más quieres".

El buzón abierto.

lunes, 25 de julio de 2011

Carta 12: Ser

Anoche soñé que quería ser actor, que risa, me subía a un escenario y delante mía había un sala de un teatro lleno de personas desconocidas que se pusieron acuerdo a venir a este lugar. Antes de encenderse los focos, mientras yo estaba a oscuras observando a todas aquella multitud esperando a que empezara el espectáculo, a unos pocos segundos de que las luces aparecieran, de que poder realizar mi papel ante aquella gente, una mano se posó en mi hombro derecho y me empujó para atrás.

Las luces se encendieron y yo, caí a un vacío sin fondo, alejándome de aquel lugar del que yo me sentía bien, el escenario. Toco suelo. Con los ojos cerrados, los vuelvo a abrir, y observo mi alrededor.

Ahora estaba en una silla, en un lugar oscuro con una luz que me alumbraba desde por encima de mi cabeza, y un atril delante de mis pies con unas partituras, para clarinete. A mi derecha, un clarinete apoyado en su soporte me esperaba para dar rienda suelta a aquella partitura. Y así fue. Cogí el clarinete y me dispuse a tocar. Mientras tocaba, observando la partitura, se iba desapareciendo cada nota, cada compás y cada pentagrama de mis ojos.

Deje de tocar. Las partituras estaban totalmente vacías. No había nada. Una lágrima cae por mi mejilla derecha y bajo mis párpados hasta ver negro...

Cuando los vuelvo a abrir, miro, y miro, y observo, noto una brisa en mi nuca, noto el olor del mar, oigo olas saludando en la orilla de rocas. Estoy junto al mar. Una playa desierta, solo para mí, un amanecer de donde puedo ver el sol sin que me dañe la vista, unas gaviotas que acompañan al mismo ritmo que las olas y unas nubes que han extinguido del cielo. Me calma. Me relaja. Me hace pensar. Y pienso: "que foto más bonita me llevaría de este lugar". A mi izquierda, lo veo. Una cámara fotográfica. La cojo y miro de nuevo a la vista. "Chiquin" es el ruido que produce la cámara al realizar una foto.

Cuando miro a la cámara, no veo una playa. Me veo a mí. Soy yo el chico de la foto. Parezco feliz. Parece que he encontrado lo que quería. Lo que me realiza...Soy feliz al pensar que lo que anoche soñé, hoy se ha hecho realidad, y que pienso seguir luchando por lo que vivo y viviré, por un recuerdo tuyo y mío, una foto...



"Soñar,
lugar donde la realidad se confunde,
realidad,
donde los sueños se cumplen"

El buzón abierto.

viernes, 24 de junio de 2011

Carta 11: Créeme, no hablo de eso

¿Nos conocemos realmente? ¿Somos capaces de saber como somos? ¿Creemos creer que somos? ¿Soy lo que soy?

Preguntas y más preguntas que no nos hacemos todos los días, pero son de esas que nos vienen cuando estamos mal o muy reflexivos sobre cualquier tema o cosa. La gente se queja de “Gran Hermano” porque es un programa de sexo sin tapujos, maleducados que infectan a la sociedad, un grupo de personas de diversas culturas, edades y clases sociales que discuten, se enamoran, comen, mean, cagan, duermen, discuten, se enamoran, comen, mean, cagan, duermen, discuten,…y expulsados de la casa.

Ese momento, cuando vuelven a la vida real, que ya no tienen cámaras que los vigilen las 24 horas del día durante 3 meses, ese momento cuando vuelven a ver a sus familiares y amigos, ese momento de empezar a reflexionar todo lo vivido en esa casa, se ven, bajo la pantalla de un televisor, se ven, miran sus actuaciones y se ven, observan su vocabulario, sus ropas, sus conductas y se ven, miran como han interactuado con los demás y entonces, se ven, la realidad pura y dura de uno mismo, entonces, aparecen esas preguntas:

¿Nos conocemos realmente? ¿Somos capaces de saber como somos? ¿Creemos creer que somos? ¿Soy lo que soy?

Gran Hermano es más allá que un reality de un conjunto de hormonas, es una terapia de la realidad misma, de la vida de uno mismo, y así sin más, sin darte cuenta, te planteas el cambio de tu vida, o no.

Para creer hay que ver, ¿ no es así?, el experimento de la realidad de uno mismo es simplemente detenerte un instante en el espejo, y empezarás a verte de otra manera, entenderás que todo lo que pensabas de ti, ya no era lo que pensabas, si Gran Hermano es un programa basura, entonces, ¿ tú qué eres?. Plantéatelo.




“No hablo de Gran Hermano, hablo de tí”.


El buzón abierto.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Carta 10: Lo que siente

Este blog recoge todos los pensamientos que surgen en la mente del autor de este medio, que no se sientan molestos aquellos que piensen al contrario de lo que piensa el propio escritor aficionado, muchas gracias, atentamente, El buzón abierto.


Sí, esa sensación que se siente cuando lo ves por primera vez, esos ojos que te cautivan, su mirada que se hace cómplice con la tuya, que cuando sonríe te hace sonreír, cuando no te mira tratas de hacer lo posible e imposible para que te vuelva a mirar, quieres acercarte pero no puedes, sientes cosquilleos en el estómago, no, no son mariposas, son brisas del viento que hacen sentir un nuevo aire en tu interior, sientes una nueva manera de ver la vida, las cosas, tu alrededor, tu gente, e incluso las mañanas se vuelven más maravillas y únicas cuando caes
en él.

Todos caemos, todos nos levantamos, otros prefieren quedarse en el suelo, otros buscan a otros para olvidar a los anteriores, otros quieren casarse, otros quieren divorciarse, otros quieren independizarse con los otros y los otros prefieren a larga distancia, otros se quedan muy solos y otros se quedan muy acompañados, otros miran las estrellas y otros cuentan los segundos que les quedan de vida, y otros pensamos… ¿qué es lo que quiero para mí?

Siento mucho por esta carta tan misteriosamente hablando, no tiene pies ni cabeza, pero es eso, lo que me refiero es que no existe, no, no es una adivinanza, no es una pregunta que tenga respuesta, no es una carta cualquiera, simplemente son pensamientos que pensamos cuando lo sentimos, cuando lo notamos en nuestro estómago, cuando existe otra razón de ser muy fuerte, el amor.



“El mayor dolor de la vida, el amor”.



El buzón abierto.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Carta 9: Me hace sentir bien

Este blog recoge todos los pensamientos que surgen en la mente del autor de este medio, que no se sientan molestos aquellos que piensen al contrario de lo que piensa el propio escritor aficionado, muchas gracias, atentamente, El buzón abierto.

Como se extrañan esos momentos en los que te hacen felices, duran muy pocos pero te hacen sentir como la persona más feliz del mundo…

Extraño el invierno, época del tiempo en que todo se vuelve gris, el frío se apodera del aire y de la temperatura, donde vuelven a gobernar las lluvias, donde nos calentamos con unos trozos de telas gruesas llamadas “abrigos” o “chaquetas”…

Época donde nos gusta estar tapados hasta el cuello con mantas y abrigos intentado hacer que llegue un poco de calor natural a nuestro cuerpo, o con abrazar a alguien o estar pegados simplemente, mientras que nos den calor corporal…

A pesar de que es muy posible que nos pongamos malos durante esa etapa, no podremos negar que nos encanta estar abrigados y cómodos en un buen sofá, con una taza de chocolate caliente y un buen libro que leer mientras el paisaje se ve frío y gris…

Personalmente el frío me hace sentir bien, no sé porqué, pero me lo hace ser, me hace ser una persona inocente que trata de admirar la belleza del cielo cubierto de nubes grises o de lluvias interminables, es como si eso me relajara, me hiciera sentir un bien que nunca antes lo hubiera podido sentir…




“Chocolate caliente,

un libro,

un abrigo acompañado de una manta,

un sofá y sentir que el invierno entre en mí,

como si estuviera volviendo a nacer,

volviendo a disfrutar de los momentos felices”

El buzón abierto.






domingo, 29 de agosto de 2010

Carta 8: Nunca aprenderemos...

Este blog recoge todos los pensamientos que surgen en la mente del autor de este medio, que no se sientan molestos aquellos que piensen al contrario de lo que piensa el propio escritor aficionado, muchas gracias, atentamente, El buzón abierto



Cierra los ojos y piensa que todo lo que te ha sucedido durante el día de hoy, solo ha sido una pesadilla, que todo lo malo que te haya sucedido sea solo un mal recuerdo o un mal sueño…

Cuando tenemos las cosas delante, no nos preocupamos de que podamos perderlas tan fácilmente, pero cuando eso ocurre, nos desesperamos, nos bloqueamos, todo lo que teníamos en mente se queda en un segundo plano para que aquello que anhelamos ocupe el único puesto de la preocupación…

Pero lo peor no es haberlo perdido, sino cuando empiezas a buscarlo en un habitáculo de unos diez metros cuadrado y que no aparece, la desesperación aumenta un cien por ciento más de lo que estabas sufriendo…

Y cuando menos nos lo esperamos aparece así sin más, como si nunca se hubiera ido del sitio en donde por última vez le perdimos la vista…

Lo más gracioso es que siempre nos vuelve a ocurrir lo mismo, cuando pensamos que ya habíamos aprendido la lección, vuelve a desaparecer…

Nunca aprenderemos ser personas perfectas, que nunca perdemos las cosas, que sabemos donde están en cada momento y lugar…

Realmente, prefiero perder un objeto que la propia vida, o ver como pierde la vida otro ser querido y no puedes hacer nada, ver que sus ojos ya no verán más la luz del día, que no podrá besar a nadie más, que no podrá latir más su corazón, esas sonrisas que te envolvía con su alegría, esos abrazos que te daba cuando más los necesitabas y cuando no….Cada vida es distinta, hay que disfrutarla hasta que ocurra lo que tenga que ocurrir, no dejamos perder más el tiempo en chorradas, por eso yo he empezado a hacer algo, escribir este blog…


“Un objeto es simplemente un valor,

Una vida es sencillamente un milagro”

El buzón abierto.




martes, 24 de agosto de 2010

Carta 7: Tener sentido

Este blog recoge todos los pensamientos que surgen en la mente del autor de este medio, que no se sientan molestos aquellos que piensen al contrario de lo que piensa el propio escritor aficionado, muchas gracias, atentamente, El buzón abierto.

Los insultos son los adjetivos más insignificativos que he podido oír en la vida. Son innecesarios, pero a la vez también son necesarios…

Son palabras que no agradan a nadie, pero que igualmente todo el mundo puede aprenderlas desde que tengan uso de razón. Por ejemplo, una madre oye a su hijo decir “hijo puta” y le manda a decir que eso no se dice, a los cinco minutos después de lo sucedido, la madre está al teléfono y dice muy cabreada “¡HIJO PUTA!”…¿Tiene sentido que la madre le mande a decir a su hijo que no diga palabrotas cuando ella es la principal culpable de que su hijo aprendiera esa palabra?...

Los adultos somos seres que estamos todo el rato contradiciéndonos, no dejamos que los niños y niñas hagan cosas feas, cuando nosotros mismo si lo hacemos, ¿es qué no vemos quiénes son los culpables verdaderos de esta situación?, ¿nos gusta quejarnos para ser víctimas, cuando la solución la tenemos delante nuestra?, los adultos somos unos vagos e hipócritas…

Ojalá los niños nos educaran a nosotros, ojalá que los niños dirigieran a los adultos, creo que así durante un buen tiempo el mundo estaría muy cuerdo, pero claro, solo desearían que los adultos les compraran juguetes, golosinas, helados, videojuegos,…

Entonces, la cuestión sería,¿ quién gobernaría mejor el mundo: los niños o los adultos?, la respuesta no está ahí afuera, está en nuestros corazones, y lo vemos delante nuestra todos los días…

Mi respuesta sería muy sencilla, el ser humano no tiene poder para gobernar el mundo, solo puede ayudar a modificarla, el mundo propio es el que nos controla, nos limita y nos enseña que las cosas más simples, son las más necesarias…



“Tener poder no nos hace más fuertes,

tener corazón, si”

El buzón abierto.